No se trata de los paraguas con mangos luminosos de Blade Runner, sino de un concepto aún más innovador y sobre todo, útil. Todos sabemos lo bien que queda una lucecita, pero este concepto que os presentamos hoy es más discreto y sobre todo más útil. Se trata de un proyecto que busca financiación a través de Kickstarter y que supone una revolución en la idea tradicional de paraguas, ya que para repeler la lluvia utiliza una serie de chorros de aire que crean una capa invisible en torno a la persona que lo lleva.
Como concepto el proyecto no es nuevo, pero sí es la primera vez que tiene posibilidades de convertirse en una realidad de mercado gracias al micromecenazgo. Sin embargo aún sigue teniendo algunos fallos importantes en lo que a diseño y autonomía se refiere, ya que el modelo grande pesa casi un kilo (demasiado como para llevarlo con comodidad mucho tiempo por la calle) y como mucho tiene una autonomía de media hora (15 minutos en el caso del modelo pequeño). Por tanto parece más interesante por su concepto en sí mismo que por su materialización efectiva, pero es un dispositivo a tener en cuenta por lo novedoso de su propuesta.
El sistema de este particular paraguas, además del botón de apagado y encendido, incluye una batería y un motor que es capaz de absorber el aire exterior y de impulsarlo por la parte superior, formando de ese modo el escudo invisible que hace de paraguas. Además en la parte de abajo también se incluye el regulador con el que podemos determinar la potencia del escudo y por tanto cómo queremos que sea de grande el efecto del escudo. Podemos de ese modo ahorrar energía si solo está chispeando o ponerlo a máxima potencia si está lloviendo de forma torrencial.
Finalmente el proyecto ha conseguido superar la ronda de financiación, por lo que los mecenas podrán disfrutar dentro de unos meses de los paraguas en sus casas. Eso sí, habrá que esperar hasta diciembre del año que viene, por lo que este invierno habrá que pasarlo de momento con los paraguas de tela de toda la vida.