Aún no son una realidad, pero deberíamos ir acostumbrándonos a recibir nuestros pedidos dentro de unos años abriendo la ventana de nuestros pisos para que nos lo entregue un dron automatizado. Hoy por hoy suena a fantasía y de momento se nos ocurren casi más inconvenientes que ventajas con la tecnología actual, pero los gigantes de la tecnología llevan tiempo invirtiendo tiempo y recursos en investigar en este campo. Y cuando nombres como Google y Amazon son los que están detrás de todo esto, podemos dar por seguro que la cosa va muy en serio y que le ven futuro.
Al principio fue Amazon la que sorprendió con su primer concepto de dron para la entrega de pedidos, pero Google no ha querido quedarse atrás y recientemente ha presentado en sociedad su proyecto Wing, con el que pretende acaparar este mismo ámbito y competir directamente con Amazon. De hecho se puede decir que ambas empresas son ya directas competidoras en no pocos sectores, de los muchos que abarcan ya estos mastodontes tecnológicos.
Los drones que puedes ver en el siguiente vídeo están desarrollados por el laboratorio de innovación, https://www.futurisima.com/wp-content/uploads/2005/09/katrina.jpg e ideas locas de Google, el llamado Google X. De momento se está probando en Australia con buenos resultados, aunque aún queda bastante como para que podamos pedir un libro y que nos lo traiga volando uno de estos aparatos a nuestra misma puerta en menos que canta un gallo.
En el vídeo se aprecia que el dron deposita el objeto en el suelo a través de un hilo, hasta que éste cae suavemente. De ese modo el aparato nunca se acerca a tierra lo suficiente como para dañar a las personas o al revés, que estas intenten atrapar o romper el aparato.
El dron de Google tiene 1.5 m de ancho y pesa unos 8.5 kg. Está impulsado por un total de cuatro propulsores que de momento solo pueden elevar en el aire 10 kilos de peso, incluyendo el del propio aparato. Por ello de momento el prototipo solo es válido para objetos muy ligeros, pero sin duda es un primer y alentador comienzo para esta nueva tecnología en ciernes, que promete ser una pesadilla para los repartidores de las empresas de transporte y de correos.