Sin duda que la tecnología está aportando grandes beneficios para los seres humanos, día a día nuevas tecnologías nos ayudan a ahorrar tiempo y esfuerzo en el trabajo. Ahora disfrutamos mucho más de un entorno social gracias a que podemos comunicarnos instantáneamente por medios como el teléfono móvil, Internet etcétera.
Esta tecnología para que funcione necesita una serie de requisitos, como por ejemplo satélites en el espacio, y los satélites no duran para siempre, cuando se quedan obsoletos podemos hablar del problema basura espacial.
A día de hoy se calcula que hay aproximadamente más de 20.000 objetos navegando a sus aires por la órbita de la Tierra, con más de 1 cm de diámetro.
Las alertas con respecto al problema basura espacial han subido un 100%, esto quiere decir que si hasta hace unos años se producía una alerta al año, en la actualidad la alerta pasa a ser una vez al mes.
Por poner un ejemplo de problema basura espacial: El satélite Envisat (objetivo como veremos más adelante), lleva desde el año 2002 sobrevolando nuestro espacio localizado a unos 790 km de altura, fué enviado por la agencia espacial europea (ESA) como satélite de observación de la Tierra, su vida operativa fué de 10 años pues desde el 2012 se considera un problema basura espacial ya que se perdieron las comunicaciones con él. ¿Su peligro? Sus grandes dimensiones, 25 m de largo por 10 m de ancho.
Siendo conscientes al problema basura espacial que se van acumulando año tras año y desde hace décadas ESA está financiando un sistema llamado Patender, proyecto de la empresa española GMV dentro del programa Clean Space (Espacio limpio). Éste proyecto consiste en lanzar una red desplegada de captura . Su aportación junto a la Universidad politécnica de Milán ( modelos de la red matemáticos reconstrucción tridimensional ) y la fundación asturiana Prodintec (encargada de fabricar el sistema neumático y electrónico del lanzamiento de la red) ha sido crear un software que recrea el lanzamiento de la red y el contacto con el satélite que tenga como objetivo en gravedad Zero. Este desarrollo duró todo un año, y ha sido a principios de junio cuando se ha llevado a la práctica en un experimento.
Prueba sistema de redes:
A primeros de junio en el aeropuerto Bordeaux-Mérignac (Francia) despega un Airbus A-310 para conseguir reducir la gravedad mediante un vuelo parabólico y así comprobar el comportamiento de estas redes captura en gravedad Zero.
La prueba consistió en 31 parábolas, consiguiendo en cada una de ellas unos 22 segundos de ingravidez, momento propicio para lanzar la red.
Para tener constancia que todos los elementos del experimento estaban bien sujetos y en su sitio se usó la primera parábola de prueba, las siguientes fueron para ir incrementando la presión del lanzamiento hasta hacer diana con una maqueta del satélite Envisat antes nombrado. El resultado fué de más de 15 despliegues de red siendo sus capturas acertadas. Todo un éxito.
ESA ha mostrado satisfacción por los resultados obtenidos, de hecho han asegurado que van a seguir ayudando en éste proyecto de captura por medio de redes y dar un paso más al problema basura espacial. Ahora toca seguir adelante, y GMV ha anunciado que la prueba siguiente se hará a bordo de un cohete atmosférico en la órbita de la Tierra y con una red completa…pero para que eso llegue habrá que seguir esperando unos años más.
Más detalles sobre el problema basura espacial y su solución:
El problema basura espacial no radica solamente en el tamaño que pueda tener estos objetos basura que andan por el espacio, aunque efectivamente la mayoría de ellos son de tamaño reducido el peligro está en que éstos fragmentos están sometidos a velocidades increíblemente vertiginosas como si de una bala se tratara, poniendo en peligro futuras misiones e incluso satélites que aún siguen operativos.
De hecho podemos recordar que el problema basura espacial ya ha puesto en peligro a 6 astronautas que se encontraban en la estación espacial internacional cuando tuvieron que hacer una evacuación de emergencia al pasar éste tipo de objeto a unos 250 m de la estación. (Y eso que la estación espacial está blindada para evitar éste tipo de daños)
Desde el año 1991 y hablando de objetos mucho más grandes que un tornillo de habido al menos tres impactos en la órbita terrestre por culpa de la basura espacial.
Se calcula que cerca de 100 toneladas de fragmentos generados por el lanzamiento de cohetes sigue concentrada en la órbita más baja de la Tierra.
Desde hace tiempo se han planteado muchas más soluciones al problema basura espacial, y las que más se han tenido en cuenta siempre han venido de proyectos realizados por empresas españolas.
La Universidad Politécnica cuenta con proyectos como el de utilizar chorros de iones, con éste chorro pretenden ir empujando los satélites a órbitas más bajas para poder ser manipulados con mayor facilidad, o de sistemas de afianzamiento o atraque para los nuevos satélites que se lancen en un futuro.
Mientras se considera la solución lo que sí está claro es que existe el problema basura espacial, y que podemos dar gracias a todas éstas nuevas tecnologías que surgen como soluciones alternativas para el futuro… y de la mano de empresas españolas.
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