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Toshiba cultiva con éxito sus primeros vegetales de laboratorio

En un futuro no muy lejano es probable que en el supermercado o en el restaurante acabes comiendo ensalada marca Toshiba (o de otras empresas tecnológicas que se sumen al carro). Como lo oyes. La compañía japonesa acaba de anunciar que ya ha terminado con éxito su primera cosecha de vegetales en el país nipón, con la que surtirá a restaurantes y tiendas gourmet de productos como espinacas, lechuga y brotes.

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La particularidad de la iniciativa no reside solo en la ampliación de los negocios de Toshiba hacia el mercado alimentario, sino en la forma en que se ha producido. Estos vegetales se han cultivado en salas estériles donde antaño se fabricaban semiconductores, con lo que no ha habido necesidad de utilizar pesticidas en su producción, y al mismo tiempo se produce un producto de calidad garantizada y larga duración. Las condiciones de crecimiento de los vegetales han sido las perfectas para su óptimo https://www.futurisima.com/wp-content/uploads/2005/09/katrina.jpg, ya que en todo momento se ha controlado la cantidad de luz necesaria, así como las condiciones de luz y de humedad.

De cara al año 2015 la compañía tiene previsto construir una gran planta de cultivo fuera de las fronteras japonesas, así que parece que esto no se trata de una mera extravagancia. ¿Llegaremos a ver en las estanterías de los hipermercados zumos Samsung, zanahorias LG o manzanas Apple? Quién sabe. Ahora más que nunca parece que tiene sentido aquella página de Facebook que defendía que algún día Google y Mercadona dominarían el mundo.

Aunque dejando de lado la ironía, lo cierto es que los trabajos de Toshiba en este ámbito pueden acabar revolucionando definitivamente la agricultura en todo el planeta, siendo quizá uno de los pasos más importantes conseguidos por la humanidad desde los tiempos neolíticos. Para ello hay que pensar que en vez de agricultores harían falta ingenieros, y la mano de obra necesaria para cultivar sería mucho menor, no dependería de las cambiantes condiciones de la meteorología ni de plagas, y se contaminaría menos el medio ambiente con productos químicos y pesticidas. En la parte negativa estaría la posible concentración de la producción alimentaria en las manos de unas pocas grandes multinacionales y en la destrucción del empleo rural. Desde luego el panorama agrícola puede cambiar mucho en las próximas décadas. Si es para bien o para mal, habrá que juzgarlo cuando llegue el momento.

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