NeurotiQ es uno de esos proyectos en los que el arte y la ciencia se dan la mano para ofrecernos resultados muy llamativos. En este caso la aplicación concreta que se le ha dado ha sido más bien estética y artística, enfocándose en el mundo de la moda, pero la tecnología empleada podría tener otros usos como el estudio del autismo y de algunos trastornos mentales.
Para la fabricación de este aparatoso casco, con una estética algo estrafalaria, se han empleado técnicas de tejido tradicional, así como de impresión 3D, dando como resultado un trabajo a medio camino entre la automatización y el trabajo manual. Los sensores que incorpora, que se conectan al cráneo, permiten registrar la actividad cerebral y determinar qué tipo de emociones estamos sintiendo en esos momentos.
Aún no se ha llegado a la tecnología para poder «ver» nuestros pensamientos casi como si se tratara de una televisión, pero desde luego esta técnica supone un pequeño avance en este sentido. Según declara la propia compañía responsable del proyecto, Sensoree, lo que se pretende es desarrollar aparatos wearables e instalaciones artísticas que promuevan el concepto de «extimacy», algo así como intimidad externalizada.
Aquí tienes la guía que indica el tipo de actividad cerebral que registran los sensores, en función del color que muestran al exterior. Como puedes ver, el color rojo corresponde al sueño profundo, mientras que el naranja se muestra en estados de meditación. Cuando aparece el color azul claro aún mantenemos un estado de relajación, y cuando comenzamos a estar más alerta, este azul se oscurece. Finalmente, cuando tenemos mayor excitación cerebral, el azul se va convirtiendo en morado y violeta.
Aquí puedes ver una imagen de la presentación de este proyecto en la Semana de la Moda de Nueva York. El casco desde luego no parece lo más discreto para llevarlo por la calle, pero no se puede negar que ese diseño globular sí que resulta innovador. Más allá de lo puramente estético habrá que estar pendiente de la evolución de este tipo de tecnología y del uso que se le dé en un futuro.