Parece una noticia salida verdaderamente de una película de ciencia ficción, pero es real y está pasando. Según afirma la agencia Reuters, las autoridades de Dubái están planeando dotar a los detectives del emirato de unas Google Glass para ayudarles en su trabajo. En concreto servirían para detectar criminales a través de una tecnología de reconocimiento facial, según se ha asegurado desde fuentes policiales.
En un primer paso la tecnología se utilizará en fase de pruebas. Las comisarías dotarán a las patrullas de estas gafas para detectar posibles coches robados (algo bastante lógico, considerando la cantidad de coches de lujo que se pueden encontrar en este rico emirato), y para identificar a los conductores que infrinjan las leyes de tráfico. Más adelante tendría lugar una segunda fase en la que los detectives llevarían estas gafas para reconocer los rostros de la gente y consultar con la base de datos policial, con lo que se podría detectar más rápidamente a posibles criminales.
Este nuevo proyecto implica lógicamente algunas dudas en un primer momento sobre la fiabilidad de la tecnología. El software tiene que tener un margen de error muy bajo para que no se produzcan detenciones erróneas ni situaciones que conviertan a las gafas de Google en un problema, más que en una solución. No obstante, hay que pensar que si la policía de este emirato ha confiado en este dispositivo y en el software que lo acompaña, es porque ofrece a priori unos buenos resultados.
Dubái va a adquirir cada unidad de Google Glass a un precio de 1.500 dólares, lo cual puede parecer un lujo en según qué sitios. No es lo que ocurre desde luego en este lugar, donde los coches patrulla de la policía, como el que se ve en la imagen, son ni más ni menos que Lamborghini valorados en 400.000 dólares. Por el coste que supone y las implicaciones legales que tendría actualmente, es de prever que una medida así aún tarde en implantarse en España y en los países de nuestro entorno. Pero si el resultado en Dubái es exitoso, ya podemos ir preparándonos para un escenario en el que podamos ser monitorizados en todo momento por los agentes de policía que se crucen con nosotros.
